Tristeza y tribulaciones: Una señal e invitación para la fé.

Hablar de la fe es algo un tanto vidrioso para muchos porque es el punto de inflexión en donde las creencias y pensamientos al respecto se cruzan, por alguna razón somos protagonistas con algunas incógnitas como por ejemplo.

Porque somos seres sociables? Porque Dios es un ser divino tan misterioso?. Son algunas de las preguntas que nos rodean y palpitan en el corazón como que cuestionando nuestra existencia. Pero lo principal de todo es preguntarnos el porque nos interesa tanto estas incógnitas??.

El inicio es cuando todo lo que hemos probado y experimentado en el mundo ya no nos apetece, provocando automáticamente a que se active nuestro modo “crisis existencial”, comprendemos tal vez que nuestro ser esta en busca de un momento de soledad con la tristeza, acompañada de la tribulación que se encarga de hacer temblar nuestra plataforma.

Que basta en esos momentos? confiar en que?.

CONFIAR EN TI MISMO

Valedera esta opción, pero cuando lo haces.. tus entrañas, tu ser desde lo mas profundo hace con que sientas que no eres tu, empiezas a experimentar una fuerza invaluable e inexplicable de la confianza que acabas de adquirir desde el balcón de la soledad. El creer que tu crees que la confianza viene de ti en su totalidad es un error y un peligro, el ser humano por si solo en su razón llega a convertir su certeza en egoísmo hasta a veces perjudiciales no solo para si sino que también para los demás.

CONFIAR EN TI, PERO CREER MAS EN QUIEN CONFÍA EN TI, DIOS.

La fuente de la fortaleza es la tristeza que nos regala una intimidad tan fuerte con el el creador y dador de toda confianza, digno y destacable es entender que todos los sentimientos nos llevan a forzar una relacion de confianza, de esperanzas, perseverancia y templanza para saber lidiar con las dificultades.

Cuando todo te falte, hazlo tu sin dudar con el Creador Dios una amistad perseverante y de misericordia.